El espacio en blanco, también conocido como espacio negativo, es un elemento esencial del diseño gráfico. 

A pesar de su nombre, el espacio en blanco no tiene por qué ser blanco; simplemente se refiere a las áreas no utilizadas o vacías en un diseño. Si bien puede parecer una pérdida de espacio, el uso estratégico del espacio en blanco en el diseño gráfico puede tener un gran impacto en la apariencia general de un diseño.

Ayuda a crear equilibrio visual y jerarquía proporcionando una separación clara entre los diferentes elementos de diseño, como texto, imágenes y gráficos. Esto facilita que el ojo se mueva de un elemento al siguiente, mejorando la legibilidad y comprensión general del diseño.

Además, el espacio en blanco también se puede usar para llamar la atención sobre ciertos elementos dentro de un diseño. Por ejemplo, rodear una parte importante de texto o imagen con un espacio en blanco puede ayudar a que destaque y sea más notorio.

Crea una sensación de calma y tranquilidad. Al dejar un espacio vacío alrededor de los elementos, se le da al ojo un lugar para descansar. Esto puede ser especialmente importante en los diseños que presentan mucha información, ya que el uso de espacios en blanco puede ayudar a que el contenido sea más fácil de digerir y menos abrumador.

También es un factor importante en la legibilidad del texto. Para que el texto sea legible, es importante tener un espacio negativo adecuado entre líneas de texto (Iterlineado) y entre letras (Kerning). Esto ayuda a mejorar la legibilidad y facilita que el lector se concentre en el contenido.

Cuando se usa estratégicamente, puede ayudar a mejorar legibilidad, equilibrio visual y la estética general de un diseño. Independientemente de si se usa para crear una sensación de calma o para llamar la atención sobre elementos clave, el papel del espacio en blanco no debe tomarse a la ligera ya que es fundamental compositivamente hablando.

¡Un saludo!